Resumen
EL GRAN ACIERTO DEL LLEIDA LE PRIVA DE LA VICTORIA AL AMICS CASTELLÓ
AMICS CASTELLÓ 92
ICG FORÇA LLEIDA 98
AMICS CASTELLÓ: Manchón (9), Hermanson (6), Franch (13), Stutz (28), Okouo (5) –cinco inicial–; Faner (6), Martínez, Bressan (3), Jankovic (3) y Domínguez (19).18 faltas. Eliminado. Okouo.
ICG FORÇA LLEIDA: De Sousa (4), Kuath (13), Arroyo (13), Simeunovic (6), Hasbrouck (30) –cinco inicial–; Matulionis (6), Villar (10), Vega (3), Lobo (3) y Krutwig (10). 21 faltas. Sin eliminados.
ÁRBITROS: Jacobo Rial, Rodrigo Palanca y Joan Fanes.
PARCIALES: 9-13, 21-22, 34-39, 47-59 (descanso); 62-70, 74-80, 84-88 y 92-98 (final del encuentro).
INCIDENCIAS: Muy buen ambiente en el pabellón Ciutat de Castelló, con alrededor de 2500 personas en las gradas. En el descanso tuvo lugar la presentación de todos los equipos de cantera del Amics del Bàsquet.
El Amics Castelló perdió el importante compromiso liguero que tenía ante el ICG Força Lleida en su lucha por conseguir la permanencia en la categoría. Fue un guión parecido al de otros varios partidos, en el que una mala primera parte, con la friolera de 59 puntos encajados, fue un lastre demasiado grande para superar en el tiempo restante a pesar de la mejoría y el esfuerzo empleado. Una vez más, remar para ahogarse en la orilla. Habrá que recuperar pronto la senda de la victoria para no naufragar con el descenso de categoría.
El conjunto visitante empezó presionando mucho a Josep Franch, el cual tenía problemas para dirigir operaciones, pero aún así los locales supieron sobreponerse buscando alternativas. Sin embargo, el problema estaba atrás, ya que el conjunto leridano encontraba situaciones propicias para anotar con bastante facilidad, sobre todo en el pick and roll, ya que las ayudas para un lento Okou se le hacían largas. De este modo, Orenga tuvo que pedir tiempo muerto con poco más de 4 minuto de partido y 7-13 en el marcador. La pausa se notó, ya que los locales espabilaron y se aplicaron en defensa en los minutos posteriores y a los leridanos les costaba más anotar. El caudal anotador visitante se redujo, pero aún así al final del primer cuarto el Amics tenía bastantes puntos en contra, en concreto 22. En la parte positiva estaba Eric Stutz, que atravesó unos minutos de gran inspiración y fue el referente anotador de los suyos, haciendo que el marcador se nivelara (21-22 min. 10), con 11 puntos en su cuenta hasta ese momento.
Posteriormente y, por desgracia, el rival para volver abrió brecha, con Hasbrouck y Arroyo muy certeros en los triples, aprovechando que la defensa local se cerró más. Pasaban los minutos y el conjunto anfitrión no arreglaba sus problemas para contener al rival, con lo que el Força Lleida rompió la barrera de los 10 puntos (36-49, min. 17). La verdad es que el Amics tenía un agujero que no lograba tapar y se fue al descanso con 59 puntos en contra, por 47 a favor. A pesar de esta hemorragia, no estaba todo del todo perdido si se encontraba solución defensiva, ya que en ataque las cosas no iban mal.
La reanudación fue un toma y daca, con ataques muy directos y posesiones muy cortas en ambos contendientes. En un buen arreón del Amics, liderado por el siempre impetuoso Manchón, el cual forzó una antideportiva tras un robo y metió un posterior triple, los locales parecían que se volvían a meter en el partido (62-70, min. 24). El Lleida pidió tiempo muerto, pero en ese momento los de Orenga eran un impresionante huracán al que todo le salía bien y que hizo un parcial de 22-11 en algo más de 6 minutos. La defensa era otra cosa ya. El luminoso se volvió a igualar (69-70, min. 26), pero el ICG Força Lleida reaccionó con dos triples que le dieron oxígeno (69-76, min. 27). Orenga respondió con un quinteto más ligero y rápido, con Stutz y Bressan de interiores, los dos bases Faner y Franch y Domínguez completando el perímetro. Entonces hubo problemas con el rebote, con lo que poco después regresó Okouo.
Se llegó al último cuarto y los triples dieron otro balón de oxígeno al combinado catalán, quienes volvieron a superar los 10 puntos (75-86, min. 31). Por suerte, poco después llegaron unos oportunos triples de Faner y Domínguez que devolvieron la esperanza (82-86, min. 25), aderezados con una canasta de Stutz que apretaba un poco más las cosas. Ahora cada posesión valía oro. Se juntaron unas acciones positivas y el éxtasis llegó a 3.05 del final, cuando Stutz metió un triple que igualó el choque a 90. Tres tiros libres distanciaron al Lleida, pero Franch recibió una antideportiva en la que convirtió los tiros libres, pero perdió el balón en el siguiente ataque (92-93 a 1:02 del final). Entonces Hasbrouck certificó su recital con un triple que sentó como una puñalada. La posesión del Amics era crucial, pero no la aprovechó y fue la sentencia para los locales, que ya nada pudieron hacer en los pocos segundos que restaban.