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Partidazo sin recompensa del Amics Castelló

AL AMICS CASTELLÓ NO LE DA PARA DOBLEGAR AL POTENTE FLEXICAR FUENLABRADA

AMICS CASTELLÓ                                   78

FLEXICAR FUENLABRADA                   88

AMICS CASTELLÓ: Moto (2), Maiza (9), Tate (19), Stutz (10), Okouo (19) –cinco inicial–; Faner (7), Martínez (2), Minlend (10), Etxeguren, Ngom y Menéndez. 21 faltas. Sin eliminados.

FLEXICAR FUENLABRADA: Jorgensen (13), Munnings (9), Nwogbo (14), Cruz (7), Westermann (13) –cinco inicial–; Matulionis (4), Zurbriggen (5), Bilbao (1), Nzosa (6), McGrew (5) y Durán (11). 26 faltas. Sin eliminados.

ÁRBITROS: Jacobo Rial, Sandra Sánchez y Asunción Langa.

PARCIALES: 15-16, 22-33, 28-42, 43-53 (descanso); 52-64, 58-70, 70-78 y 78-88 (final del encuentro).

INCIDENCIAS: Poco público en las gradas del pabellón Ciutat de Castelló, con apenas 1500 especadores

              El Amics Castelló no pudo dar una de las campanadas de la jornada doblegando al Flexicar Fuenlabrada, un equipo que está en la terna de los aspirantes para subir a ACB y que solo tiene 3 derrotas en su casillero.

No estuvieron mal los locales, pero en cuanto se veían con opciones de inquietar a su adversario, surgía algún error o contratiempo que volvían a estirar la renta a favor de los madrileños.

            A pesar de la entidad del rival, los anfitriones aguantaron bien en los compases iniciales. La reciente incorporación Gaizka Maiza estaba inspiradísimo y 7 de los primeros 11 puntos del equipo llevaron su firma.

No solo era su anotación, sino que también sabía distribuir y dar el balón al mejor posicionado. Por su parte, los visitantes se mostraron muy certeros en los triples (5 convertidos sin fallo en 8 minutos).

A su vez, su juego interior se beneficiaba de los buenos balones que les suministraban, aprovechaban las pérdidas de los locales y poco a poco todo eso fue acumulándose hasta llegar a una importante renta para los madrileños al término del primer cuarto (22-33).

            Si las pérdidas eran un problema serio, lo fueron grave nada más empezar el siguiente periodo, ya que propiciaron dos nuevas canastas fuenlabreñas y un delicado 22-36 en el luminoso.

A partir de ahí, el Amics hizo algunos ajustes defensivos, los cuales evitaron que la diferencia fuera a mayores.

Costaba anotar en el combinado de La Plana, por lo que emergió oportuna la figura de Jaylen Tate, el cual se convirtió en el máximo anotador del conjunto local, mientras Okouo contribuía a la causa con algunos puntitos cuando le llegaba el balón.

Por su parte, en el Flexicar Fuenlabrada su escolta Jorgensen era una pesadilla y el base Westerman aprovechaba sus 2 metros de altura para obtener mucho beneficio también, especialmente cuando le defendía Faner con sus 1,76 m.

A pesar de estos contratiempos, el segundo cuarto fue beneficioso para el Amics, que se saldó con un parcial 21-20, con lo que la desventaja no superó la barrera psicológica de los 10 puntos al descanso (43-53).

            El Fuenlabrada del viejo conocido Toni Ten es uno de los claros candidatos al ascenso y lo estaba demostrando sobre el parquet del Citat de Castelló.

En la reanudación se vio claramente, ya que los anfitriones apretaban en defensa y lograban canastas de mérito, pero los visitantes siempre encontraban algún resquicio con el que seguir manteniendo las distancias.

Okouo tuvo sus mejores minutos y se hizo dominador de los tableros sacando rédito de casi todos los balones que le llegaban y dominando los rebotes.

Al fin el esfuerzo del Amics vio algo de recompensa cuando una canasta del pívot congoleño hizo que al fin la renta bajara de los 10 puntos (56-64, min. 28), para posteriormente dos puntos más de Tate ponerle más emoción a la cosa (58-64). Sin embargo, unos pocos errores posteriores se pagaron acto seguido.

De este modo, los madrileños aprovecharon para volver a irse (58-70) a la conclusión del tercer cuarto, gracias en gran parte a la gran puntería que estaban teniendo en los triples. Es lo que siempre pasa con los equipos poderosos, no perdonan.

            A pesar de las dificultades, los castellonenses lo siguieron intentando con muchas ganas, pero ya quedaba poco tiempo y los ataques eran un poco precipitados.

Se produjo un guión similar, que cuando los de Fede Castelló se acercaron (71-78), entre fallos propios y aciertos rivales las ilusiones se desvanecían.

Y así finalmente llegó la derrota del Amics Castelló, merecida pero con la cabeza alta y dejando destellos interesantes que servirán de gran ayuda cuando los de La Plana se mida a rivales de su guerra por la permanencia.