Primera victoria de pretemporada
EL AMICS CASTELLÓ SABE TRABAJAR DURO PARA GANAR SU PRIMER PARTIDO DE PRETEMPORADA
AMICS CASTELLÓ 86
ICG FORÇA LLEIDA 83
AMICS CASTELLÓ: Hermanson (20), Stutz (17), Domínguez (5), Franch (5), Jankovic (4) –cinco inicial–; Bressan (7), Martínez (10), Faner (3), Manchón (15), Roig, López y Ngom. 18 faltas. Sin eliminados.
ICG FORÇA LLEIDA: Lobo (20), Villar (13), Cuéllar (3), Kuath (17), Matulionis (10) –cinco inicial–; Vega (2), Brito (11), Varela (7), Arroyo y Ogunsipe. 19 faltas. Eliminados Matulionis y Kuath.
ÁRBITROS: Zafra, Cañigueral y Olivares.
PARCIALES: 13-11, 25-18, 40-31, 46-46 (descanso); 54-56, 63-61, 74-69 y 86-83 (final del encuentro)
INCIDENCIAS: Primer partido de pretemporada del Amics Castelló como local, con poco público en las gradas.
El Amics Castelló dejó bastantes buenas sensaciones en su primer partido en el Ciutat dentro de su pretemporada de cara al ejercicio 2023-24. Fue un partido con mucha intensidad y de suma igualdad, que se acabó decantando para los locales al saber jugar mejor el tramo final.
El choque se inició con un ritmo muy alto, no parecía para nada un amistoso de pretemporada. Los de Orenga saltaron a la cancha muy conectados, con una alta intensidad defensiva y haciendo muy bien las cosas en ataque. Cuando podían correr, lo hacían, pero cuando no era posible, movían bien el balón en ataque posicional y lograban una anotación muy coral. Por su parte, el conjunto catalán se mantenía en el partido gracias a también su intensidad desplegada y a su acierto en los triples, ya que de sus primeros 14 puntos, 12 fueron desde más allá de la línea de 6,75. Al verse por debajo en el marcador, los visitantes pidieron tiempo muerto y apretaron las clavijas un poco más, llegando incluso a ejecutar una defensa presionante en toda la pista. Sin embargo, la maquinaría del Amics Castelló estaba funcionando bien y llegó al término del primer cuarto con una jugosa ventaja (25-18).
Todos hacían bien su trabajo en los de La Plana, pero destacaba el escolta Manchón por su velocidad, ímpetu y anotación, por lo que en pocos minutos su cuenta personal llegó a los 12 puntos y la máxima renta castellonense (36-26, min. 13). Entonces, con la entrada de Franch en pista, acompañado de Stutz y Hermanson, el ritmo bajó revoluciones, así como la dureza en defensa. Por su parte, los ilerdenses continuaban mostrándose muy duros y recortaron su desventaja, aprovechando bien las situaciones de pick & roll. De este modo, el marcador quedó igualado al descanso (46-46).
En la reanudación, el ICG Força Lleida siguió aprovechándose de su buena onda e hizo un parcial de 0-8 en poco más de 2 minutos. El Amics Castelló tuvo que recuperar la dureza de tramos anteriores con jugadores adecuados para ello, aderezado con la calidad de Stutz, por lo que volvió la igualad en el marcador (54-56, min. 26). El duelo entró en una fase de intercambio de canastas, con ataques por lo general muy directos, con pocos segundos de posesión, por lo que las espaldas se mantenían en todo lo alto al encarar el último cuarto, con una leve ventaja local (63-61).
En esta fase, Orenga puso en pista artillería ligera con Bressam jugando de 5 y con dos “killers” como son Hermanson y Stutz. Dos triples seguidos de Hermanson dieron esperanzas, pero los visitantes volvían a acercarse. Se repitió la historia con el acierto que estaba mostrando Stutz, pero las figuras del Lleida también sabían hacer su trabajo y tras un triple se pusieron por delante a dos minutos del final (79-81), a lo que respondió Hermanson con otro triplazo marca de la casa. Ante este tenso e igualado final, aparecieron jugadores con carácter para asumir responsabilidad en ambos contendientes. Con 84-83, el gigantón visitante Kuah falló incompresiblemente un mate a dos manos, pero por el Amics perdió la bola en la posterior posesión. Quedaban 26 segundos y el balón era para los catalanes, quienes marraron su oportunidad. Manchón recibió una falta a 9 segundos del final, convirtió un tiro libre y los ilerdenses, presa de las prisas, volvieron a desperdiciar su oportunidad para forzar la prórroga o ganar un partido cuya victoria se acabó quedando en la capital de La Plana.